lunes, 22 de abril de 2013

¿DESARROLLO ECONÓMICO O CULTURAL?; MÉXICO EN ESPERA HASTA EL 2030

MUCHOS AÑOS EN MÉXICO SE HA PENSADO EN ABATIR EL ANALFABETISMO Y ALCANZAR LA MODERNIDAD CON MODELOS ECONÓMICOS DESARROLLISTAS.

 
HEMOS ESPERADO QUE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS NO SE EQUIVOQUEN UNA Y OTRA VEZ EN EL PROPÓSITO DE PONER EN PRIMER LUGAR LA EDUCACIÓN O CULTURA PARA AVANZAR EN EL DESARROLLO SOCIAL DE LOS MEXICANOS, O BIEN PROCURAR LA INVERSIÓN ATINADA Y EFICIENTE EN EL SECTOR PRIORITARIO. Y AÚN ESTAMOS ESPERANDO EL 2030 PARA ABATIR LA POBREZA EXTREMA DE HOY.
 
El FMI, a través de Christine Lagarde instó al Gobernador del Banco de México, a avanzar en las reformas anunciadas por el Presidente EPN. Para "impulsar al país hacia adelante" El Comité Monetario y Financiero Internacional del (G-20), sugirió a A. Carstens aplicar políticas que protejan la vulnerabilidad financiera de México y protegerse del capital especulativo internacional.
 
El Domingo pasado escribí en el http://www.elplaneta.ws/inicio el siguiente ensayo referido a la educación y la inversión como fuentes de desarrollo y factores decisivos para combatir la pobreza
 
El gran dilema del gobierno federal está entre lograr el crecimiento económico o promover la educación y cultura. Esto es: ¿Cuál política exige una inversión significativa para impulsarla ya? Porque  en México, la solución al atraso, la pobreza y la marginación social no puede esperar a resolverse a mediano o largo plazo.
Pues bien; El empleo sustentable de los recursos naturales del país requiere empresas y de una eficiente productividad, pero en cambio el empleo de los recursos humanos requieren de escuelas, maestros, infraestructura, academia y un mínimo de bienestar social. Luego entonces un buen gobierno determinará lo más pronto posible el “qué hacer primero”.
Quizá por eso en los últimos días de Marzo y éstos de Abril se han desplegado Foros y Consultas a la población en general y a las organizaciones  sociales en particular para “debatir” sobre lo que en términos sociales y culturales deben integrarse opiniones propias al Plan Nacional de Desarrollo (PND-2013/2018)
Para el sexenio que corre (2013-2018) parece que está ganando en exigencia la problemática cultural-educativa. Probablemente se deba a la presencia en el debate la Reforma Educativa en las calles y sindicatos, pero también a los antecedentes de la vieja política sindical, amañada y perversa de los líderes.  –Tuvo que oírse la voz del Rector de la UNAM, José Narro advirtiendo que “ya no hay tiempo para esperar a resolver el atraso en educación y pobreza”.
El debate sobre “la circunstancia actual de la cultura” en específico fue tratada en el Foro de Cultura y Arte con la presencia del Secretario de Educación SEP. Y el presidente del Consejo Nacional para la Cultura  y las Artes (CNCA), Rafael Tovar y de Teresa, todo ello ante la comunidad cultural y los intelectuales del país.
Cierto que para aprovechar mejor los recursos naturales y aumentar la productividad empresarial se requiere una eficiente política educativa y cultural –dirigida a los trabajadores-  modernizar la reingeniería industrial (maquinaria), calificar y capacitar a los profesores sin olvidar como dijera el titular de la SEP. “La cultura  es emancipación, no aparato de dominación ni mucho menos instrumento de legitimación de lo injusto”
Pues bien, se han incorporado al PND, 2013-2018, cuatro puntos fundamentales emanados del Foro Cultura y Arte:
1.      Lograr una verdadera dimensión social del trabajo en la cultura.
2.      Desarrollar una agenda digital cultural.
3.      Una mayor vinculación entre educación y cultura. Y…
4.      Una mejor proyección de la cultura de México en el exterior.
Estos rubros son de alto contenido social y humanista y seguramente se integrará a la educación un fuerte bagaje filosófico y de ciencias humanísticas a la formación de los mexicanos; Será fundamental reorientar la política cultural del sexenio en curso, pues los niños y jóvenes  de México tampoco pueden esperar más.
 
El gran dilema entre crecimiento económico y educación/cultura, permanece; cuál es la respuesta. Sí, _Se puede todo- siempre y cuando los encargados de la política cultural no se pasen de burócratas irreverentes, burlando la evaluación y viajando constantemente “sin ton ni son” con cargo a los recursos públicos, como tantas veces lo hicieron uno a uno los funcionarios de CoNaCulta, el sexenio pasado, pero también apuntaré que cada uno de los pesos invertidos en el financiamiento del desarrollo económico de México debe llegar al objetivo deseado y lograr el verdadero impulso económico-social.