miércoles, 27 de febrero de 2013

LA VIVIENDA EN MÉXICO: EL INFONAVIT Y LAS CIUDADES RURALES SUSTENTABLES.

MÉXICO, HA LUCHADO DESDE EL GOBIERNO Y EL SECTOR SOCIAL POR CREAR UN INSTITUTO CAPAZ DE OFRECER "VIVIENDA DIGNA" A LOS TRABAJADORES Y UNA INFRAESTRUCTURA SOCIO-ECONÓMICA PROMOTORA DEL DESARROLLO.



Desde el infonavit, el Indeco, y la Ciudad Rural Sustentable, ha sido un peregrinar por el mundo de la cultura del hábitat familiar y nada, no es posible encontrar una solución a la vivienda pues no existe compromiso de la sociedad empresarial y el sector social ni de la política gubernamental. Es por tanto un despropósito, tratar de sustituir el empuje y gestión de las propias familias por alcanzar el bienstar y el progreso.

En el Estado de Chiapas hay una Ciudad Rural Sustentable, (CRS;) costó 394 millones de pesos, es una obra que salpica el paisaje del Sureste de México, la CRS. Está ubicada ubicada cerca del caracol zapatista de Oventic- sin embargo son viviendas construidas de madera y tablarroca "que cuando llueve se mojan" y los niños y mujeres que la habitan están simplemente desnutridas. Las de Jitotol y Emiliano Zapata ya están desvalijadas y abandonadas, las familias se cambiaron a vivir a la ciudad. Recuerda las casas abandonadas del Infonavit, sus palomares "así de chiquitos" y sus habitantes sin trabajo y a punto de ser "recogidos del crédito" o caer en el embargo. Un ensayo fracasado.

La infraestructura ferroviaria fue desmantelada y privatizada por el estado poniéndola en manos de la inversión extranjera; perdió la población un transporte barato y seguro, pero lo lamentable es que también los medios de comunicación en apoyo a la producción agropecuaria se cerraron a la población rural y a las pequeñas agroindustrias, el ex presidente Zedillo en su afán de cumplir con el neoliberalismo rampante se deshizo de lo que quedaba y hoy Enrique Peña Nieto, tiene la idea descabellada -pues está rebasado por la realidad- de convertirse en el Porfirio Díaz pre-revolucionario, al convertir al tren de pasajeros en un símbolo de su sexenio; espero que Ferromex y Kansas City Southern acepten compartir las vías de sus ferrocarriles concesionarios, para que reaparezca el tren de pasajeros de EPN, "la infraestructura está a sus órdenes si paga bien", -dicen-

El domingo pasado en www.elplaneta.ws/inicio escribí el comportamiento paralelo entre el crecimiento de la vivienda social y la infraestructura, con el propósito de establecer un parangón que lleve a una interpretación del verdadero vació que ha creado la atención dispersa hacia estos dos subsectores sociales que tienen un gran impacto en el desarrollo familiar y el crecimiento económico.

El artículo se refiere así:
 
Industria de la construcción: Infraestructura y vivienda.

La industria de la construcción está tradicionalmente asociada al crecimiento de la vivienda familiar y a la infraestructura económica social.- Carreteras, caminos, presas y sistemas tecnológicos asistenciales. Activar su despegue depende mucho de la cantidad de recursos financieros e ingresos públicos (disponibles) para la inversión.

Las necesidades de construcción de viviendas significan la creación de empleos directos más los que se generan en la fabricación de cemento, varilla, instalaciones. Etc. llamados empleos indirectos. Todos ellos firmes, con seguridades sociales y permanentes durante largos plazos.

La Construcción de infraestructura requiere una voluntad política –a diferencia de la de vivienda exceptuando la social- sin embargo el impacto de esta obra es directamente proporcional al crecimiento de la producción agrícola e industrial. Luego entonces el mejoramiento y la modernización de la industria de la construcción en el sector dan como resultado el desarrollo social y económico de la población.

En los HECHOS el problema de la vivienda, radica en el financiamiento es más complejo que en todos los casos pues requiere básicamente del ahorro. El ahorro familiar en el caso de la vivienda; es por eso que cuando las personas paran de construir y ampliar su vivienda más de un año, hay una gran preocupación de los fabricantes e industriales porque es un síntoma inequívoco de la presencia de una recesión económica y una crisis en el gasto familiar.

En cambio para el Estado la decisión de crear infraestructura es de carácter político aún más cuando el impacto es social; su financiamiento simplemente puede buscarse en empréstitos, fideicomisos o deuda externa y la inversión por mayor que sea ahí es de capital no retornable y poco atractiva.

El HECHO es que en México todos los programas de promoción de la vivienda han sido insuficientes. En el medio rural (INDECO. InFoNaViT. CRS.) Y los urbanos (InFoNaViT. Fovissste) llegaron a crear grandes expectativas de satisfacer a largo plazo la demanda pero no ha sido alcanzada la meta, aún incluyendo toda la segunda mitad del siglo XX.

En los HECHOS la industrialización de México y la modernización de la infraestructura económica, iniciada probablemente  en aquel sexenio de Miguel Alemán de los años 40s. pronto se vio rebasada por la velocidad de la tecnología actual; pero lo más grave para el ciudadano común fue contemplar ese medio siglo creador, abordado por una gran burocracia corrupta que les gobernó hasta el año 2000 y los dos sexenios siguientes sin poderle mejorar el epíteto.

Como COROLARIO apunto: Hoy tenemos un déficit de vivienda grande y otro de Comunicaciones y Transportes muy notorio; Sigue siendo el subsector que permite a los gobernantes desde municipales a estatales la simulación y el asalto al erario público creadores de una bola de nieve creciente en picada llamada la deuda pública. Se “parchan calles”, se “recarpetean carreteritas”, se reusan instalaciones de parques y jardines para aparentar inversión nueva y puede verse en todas partes que se trafica con el material de baja calidad en las instalaciones públicas.